Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Viernes 12 de Julio de 2024
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Viernes de la decimocuarta semana del tiempo ordinario
Por la patria o por la ciudad 
Propuesta celebrativa
Color: verde

Antífona de entrada             Cf. Sal 26, 1-2

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? Cuando avanzan contra mí los enemigos, son ellos los que tropiezan y caen. 

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que con admirable providencia gobiernas todas las cosas, recibe con bondad las oraciones que te dirigimos por nuestra patria (ciudad), para que, por la prudencia de los gobernantes y la honestidad de los ciudadanos, se afiancen la concordia y la justicia, y podamos gozar de prosperidad y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Ya no diremos más “¡Dios nuestro!” a la obra de nuestras manos.

Lectura de la profecía de Oseas    14, 2-10

Así habla el Señor:

Vuelve, Israel, al Señor tu Dios, porque tu falta te ha hecho caer.

Preparen lo que van decir y vuelvan al Señor. Díganle: “Borra todas las faltas, acepta lo que hay de bueno, y te ofreceremos el fruto de nuestros labios. Asiria no nos salvará, ya no montaremos a caballo, ni diremos más ‘¡Dios nuestro!’ a la obra de nuestras manos, porque sólo en ti el huérfano encuentra compasión”. 

Yo los sanaré de su apostasía, los amaré generosamente, porque mi ira se ha apartado de ellos. Seré como rocío para Israel: él florecerá como el lirio, hundirá sus raíces como el bosque del Líbano; sus retoños se extenderán, su esplendor será como el del olivo y su fragancia como la del Líbano.

Volverán a sentarse a mi sombra, harán revivir el trigo, florecerán como la viña, y su renombre será como el del vino del Líbano.

Efraím, ¿qué tengo aún que ver con los ídolos? Yo le respondo y velo por él.

Soy como un ciprés siempre verde, y de mí procede tu fruto.

¡Que el sabio comprenda estas cosas! ¡Que el hombre inteligente las entienda! Los caminos del Señor son rectos: por ellos caminarán los justos, pero los rebeldes tropezarán en ellos.

SALMO RESPONSORIAL    50, 3-4. 8-9. 12-14. 17

R/. ¡Mi boca proclamará tu alabanza, Señor!

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!

Tú amas la sinceridad del corazón y me enseñas la sabiduría en mi interior. Purifícame con el hisopo y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga. Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO     Jn 16, 13a; 14, 26d

Aleluya.

Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad, y les recordará lo que les he dicho. Aleluya.

EVANGELIO

No serán ustedes que hablarán, sino el Espíritu de su Padre.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   10, 16-23

Jesús dijo a sus apóstoles:

Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.

Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.

El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquél que persevere hasta el fin se salvará.

Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Mira, Señor, con bondad nuestro servicio litúrgico para que nuestra ofrenda te sea agradable y nos haga crecer en la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Sal 17, 3 

Tú, Señor, eres mi roca, mi fortaleza, mi libertador; tú eres mi Dios. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Te pedimos, Padre, que la acción medicinal de este sacramento nos libre de nuestras maldades y nos guíe por el camino recto. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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