Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Jueves 11 de Julio de 2024
- A
+ A

Jueves de la decimocuarta semana del tiempo ordinario
San Benito, abad
Memoria obligatoria 
Color: blanco

Benito (489-547) nació en Nursia (Umbría). Después de estudiar en Roma, se retiró en una gruta de Subiaco, donde congregó en torno a él, a numerosos discípulos. Más tarde se estableció con ellos en Montecasino.

Allí fundó el célebre monasterio y escribió su regla, en la que supo conjugar la experiencia ascética del oriente cristiano y el sentido humano de la vida occidental con los más puros valores evangélicos.

Pronto se extendió desde este lugar, por el occidente europeo, toda una red de monasterios, observantes de la Regla de san Benito. Mereció por ello ser llamado “patriarca de la vida monacal en Occidente”. El Papa Pablo VI lo nombró Patrono de Europa y el Papa Juan Pablo II lo confirmó junto con los santos Cirilo y Metodio.

Antífona de entrada 

Hubo un varón de vida venerable, bendecido por la gracia y por su nombre; que dejando su casa y los bienes paternos; buscando vivir sólo para Dios; pidió el hábito de la vida monástica. 

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que hiciste del abad san Benito un esclarecido maestro en la escuela del servicio divino, concédenos que, sin anteponer nada a tu amor, avancemos con un corazón generoso por el camino de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Mi corazón se subleva contra mí.

Lectura de la profecía de Oseas   11, 1-4. 8c-9

Así habla el Señor:

Cuando Israel era niño, Yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; ofrecían sacrificios a los Baales y quemaban incienso a los ídolos. ¡Y Yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos!

Pero ellos no reconocieron que Yo los cuidaba. Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer.

Mi corazón se subleva contra mí y se enciende toda mi ternura: no daré libre curso al ardor de mi ira, no destruiré otra vez a Efraím. Porque Yo soy Dios, no un hombre: soy el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.

SALMO RESPONSORIAL     79, 2ac. 3b. 15-16

R/. ¡Señor, ven a salvarnos!

Escucha, Pastor de Israel, Tú que tienes el trono sobre los querubines, reafirma tu poder y ven a salvarnos.

Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que Tú hiciste vigoroso.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO       Mc 1, 15

Aleluya.

El Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia. Aleluya.

EVANGELIO

Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    10, 7-15

Jesús envió a sus doce apóstoles, diciéndoles:

Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.

Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.

Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Mira con bondad estos dones, Señor, que te presentamos en la fiesta del abad san Benito, y concédenos que, como él, buscándote sólo a ti, podamos alcanzar la paz y la unidad en tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión:        Cf. Lc 12, 42 

Éste es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su casa para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Hemos recibido el anticipo de la vida eterna, y te suplicamos humildemente, Padre, que obedeciendo las enseñanzas de san Benito, seamos fieles a nuestro deber de alabarte y amemos a los hermanos con sincera caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


  • Catedral 1063, local 503, Santiago

    Teléfonos: +56 2 3278 0733 - +56 2 3278 0734

    Desarrollado por Iglesia.cl