Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Martes 18 de Junio de 2024
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Martes de la undécima semana del tiempo ordinario
Por los Sacerdotes 
Propuesta celebrativa
Color: verde

Antífona de entrada             Cf. Lc 4, 18 

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres y a sanar a los que se arrepienten de corazón. 

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que constituiste a tu Hijo único, sumo y eterno sacerdote, concede a cuantos él eligió como dispensadores de tus misterios permanecer fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Has hecho pecar a Israel.

Lectura del primer libro de los Reyes  21, 17-29

Después que murió Nabot, la palabra del Señor llegó a Elías, el tisbita, en estos términos: “Baja al encuentro de Ajab, rey de Israel en Samaría. Ahora está en la viña de Nabot: ha bajado allí para tomar posesión de ella. Tú le dirás: Así habla el Señor: ¡Has cometido un homicidio, y encima te apropias de lo ajeno! Por eso, así habla el Señor: En el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de Nabot, allí también lamerán tu sangre”.

Ajab respondió a Elías: “¡Me has sorprendido, enemigo mío!” “Sí, repuso Elías, te he sorprendido, porque te has prestado a hacer lo que es malo a los ojos de Señor. Yo voy a atraer la desgracia sobre ti: barreré hasta tus últimos restos y extirparé a todos los varones de la familia de Ajab, esclavos o libres en Israel. Dejaré tu casa como la de Jeroboám, hijo de Nebat, y como la de Basá, hijo de Ajías, porque has provocado mi indignación y has hecho pecar a Israel. Y el Señor también ha hablado contra Jezabel, diciendo: Los perros devorarán la carne de Jezabel en la parcela de lzreel. Al de la familia de Ajab que muera en la ciudad se lo comerán los perros, y al que muera en despoblado se lo comerán los pájaros del cielo”.

No hubo realmente nadie que se haya prestado como Ajab para hacer lo que es malo a los ojos del Señor, instigado por su esposa Jezabel. El cometió las peores abominaciones, yendo detrás de los ídolos, como lo habían hecho los amorreos que el Señor había desposeído delante de los israelitas.

Cuando Ajab oyó aquellas palabras, rasgó sus vestiduras, se puso un sayal sobre su carne, y ayunó. Se acostaba con el sayal y andaba taciturno. Entonces la palabra del Señor llegó a Elías, el tisbita, en estos términos: “¿Has visto cómo Ajab se ha humillado delante de mí? Porque se ha humillado delante de mí, no atraeré la desgracia mientras él viva, sino que la haré venir sobre su casa en tiempos de su hijo”.

SALMO RESPONSORIAL     50, 3-6a. 11. 16

R/. ¡Ten piedad, Señor, porque hemos pecado!

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! 

Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. 

Aparta tu vista de mis pecados y borra todas mis culpas. ¡Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío, y mi lengua anunciará tu justicia!

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO    Jn 13, 34

Aleluya.

“Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, así como Yo los he amado”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Amen a sus enemigos.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   5, 43-48

Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes han oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y odiarás a tu enemigo. Pero Yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque Él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.

Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?

Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Dios nuestro, tú has querido que tus sacerdotes sean ministros del altar y de tu pueblo; te rogamos, por la fuerza de este sacrificio, que su ministerio sea siempre de tu agrado y dé frutos perdurables en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Cfr. Jn 17, 17-18 

Dice el Señor: Padre santo, conságralos en la verdad. Tu palabra es verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Te pedimos, Padre, que la participación en este sacrificio dé nueva vida a tus sacerdotes y a todos tus hijos, para que, unidos a ti en el amor, puedan servirte dignamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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