Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Martes 11 de Junio de 2024
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Martes de la décima semana del tiempo ordinario

San Bernabé, apóstol

Memoria obligatoria 

Color: rojo

Bernabé, oriundo de Chipre, apareció un poco después de Pentecostés en la comunidad de Jerusalén y, luego, en Antioquía, donde introdujo a Saulo de Tarsis entre los hermanos. Los dos marcharon juntos a evangelizar el Asia Menor, pero después de un litigio, Bernabé volvió a Chipre. Este hombre de amplia visión intervino en el Concilio de Jerusalén y ejerció un rol capital en el impulso misionero de la Iglesia.

Antífona de entrada Cf. Hech 11, 24 

Feliz este santo que mereció ser contado entre los apóstoles; era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe. 

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que para convertir a los paganos elegiste a san Bernabé, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo; concede que el Evangelio de Cristo, predicado por él con tanta firmeza, sea anunciado fielmente con palabras y obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles  11, 21b-26; 13, 1-3

En aquellos días, muchos creyeron y se convirtieron. Al enterarse de esto, la Iglesia de Jerusalén envió a Bernabé a Antioquía. Cuando llegó y vio la gracia que Dios les había concedido, él se alegró mucho y exhortaba a todos a permanecer fieles al Señor con un corazón firme. Bernabé era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe. Y una gran multitud adhirió al Señor.

Entonces partió hacia Tarso en busca de Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Ambos vivieron todo un año en esa Iglesia y enseñaron a mucha gente. Y fue en Antioquía, donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de “cristianos”.

En la Iglesia de Antioquía había profetas y doctores, entre los cuales estaban Bernabé y Simeón, llamado el Negro, Lucio de Cirene, Manahén, amigo de infancia del tetrarca Herodes, y Saulo.

Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: “Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la obra a la cual los he llamado”.

Ellos, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

SALMO RESPONSORIAL 97, 1-6

R/. El Señor reveló su justicia a las naciones.

Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria.

El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad a favor del pueblo de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.

Canten al Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales; con clarines y sonidos de trompeta aclamen al Señor, que es Rey.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Mt 28, 19a. 20b

Aleluya.

“Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    10, 7-13

Jesús envió a sus doce apóstoles, diciéndoles:

Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.

Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Santifica con tu bendición, Señor, los dones que te presentamos, y enciende en nosotros la llama de tu amor que impulsó a san Bernabé a llevar a los paganos la luz del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión Cf. Jn 15, 15 

Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor. Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Después de recibir el anticipo de la vida eterna, te suplicamos, Padre, que lleguemos a poseer en plenitud lo que celebramos sacramentalmente en la fiesta del apóstol san Bernabé. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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