Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Jueves 13 de Junio de 2019
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Jueves de la décima semana del tiempo ordinario
San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia
Memoria obligatoria
Color: blanco

Antonio nació en Lisboa (Portugal) hacia fines del siglo XII. Ingresó en los Canónigos regulares de San Agustín. Apenas ordenado presbítero, abrazó la Orden de los Frailes menores con el fin de dedicarse a la propagación de la fe entre los pueblos del África, pero no fue así: predicó fructuosamente en Italia y convirtió a una multitud de herejes. Fue el primer profesor de Teología en su Orden. Escribió sermones llenos de ciencia y elegancia.

Murió en Padua, en el año 1231.

Antífona de entrada             Cf. Lc 4, 18

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la buena noticia a los pobres y a sanar a los que se arrepienten de corazón.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que en san Antonio de Padua nos diste un insigne predicador del Evangelio y un intercesor en las necesidades; concédenos, con su ayuda, que viviendo cristianamente experimentemos tu protección en toda adversidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

Dios hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios.

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto   3, 15—4, 1. 3-6

Hermanos:

Hasta el día de hoy un velo cubre la inteligencia de los israelitas siempre que leen a Moisés. Pero al que se convierte al Señor, se le cae el velo. Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. Nosotros, en cambio, con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu.

Por eso, investidos misericordiosamente del ministerio apostólico, no nos desanimamos. Si nuestro Evangelio todavía resulta impenetrable, lo es sólo para aquellos que se pierden, para los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les ha enceguecido el entendimiento, a fin de que no vean resplandecer el Evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y nosotros no somos más que servidores de ustedes por amor de Jesús. Porque el mismo Dios que dijo: “Brille la luz en medio de las tinieblas”, es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo.

SALMO RESPONSORIAL   84, 9ab. 10-14

R/. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.

Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz para su pueblo y sus amigos.  Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra.

El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo.

El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos.  La Justicia irá delante de Él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO       Jn 13, 34

Aleluya.

“Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, así como Yo los he amado”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Todo aquel que se enoja contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    5, 20-26

Jesús dijo a sus discípulos:

Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.

Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Pero Yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice merece el infierno.

Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.

Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios todopoderoso, te suplicamos humildemente que, así como estos dones presentados en honor de san Antonio de Padua manifiestan la gloria de tu poder divino, así también hagan crecer en nosotros los efectos de tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión         Mt 28, 20

Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Padre, que los misterios recibidos nos preparen para la felicidad eterna, que san Antonio de Padua mereció por su fidelidad en el ejercicio de su ministerio. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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