Sábado de la decimosexta semana del tiempo ordinario
Santa Marta
Memoria obligatoria
Color: blanco
Marta aparece tres veces en el Evangelio: en la cena de Betania cuando, con María su hermana, acoge a Jesús en su casa; en la resurrección de su hermano Lázaro, cuando profesa su fe en Jesús y, finalmente, en el banquete ofrecido al Señor, seis días antes de la Pascua. En cada circunstancia, el relato del evangelio destaca su rol de dueña de casa.
Antífona de entrada Cf. Lc la, 38
Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, cuyo Hijo aceptó hospedarse en la casa de santa Marta; concédenos, por su intercesión, que sirviendo fielmente a Cristo en nuestros hermanos, podamos ser recibidos por ti en la morada eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Primera lectura
Ésta es la sangre de la Alianza que el Señor hace con ustedes-
Lectura del libro del Éxodo 24, 3-8
Moisés fue a comunicar al pueblo todas las palabras y prescripciones del Señor, y el pueblo respondió a una sola voz: “Estamos decididos a poner en práctica todas las palabras, que ha dicho el Señor”.
Moisés consignó por escrito las palabras del Señor, y a la mañana siguiente, bien temprano, levantó un altar al pie de la montaña y erigió doce piedras en representación de las doce tribus de Israel. Después designó a un grupo de jóvenes israelitas, y ellos ofrecieron holocaustos e inmolaron terneros al Señor, en sacrificio de comunión. Moisés tomó la mitad de la sangre, la puso en unos recipientes, y derramó la otra mitad sobre el altar. Luego tomó el documento de la Alianza y lo leyó delante del pueblo, el cual exclamó: “Estamos resueltos a poner en práctica y a obedecer todo lo que el Señor ha dicho”.
Entonces Moisés tomó la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo: “Ésta es la sangre de la Alianza que ahora el Señor hace con ustedes, según lo establecido en estas cláusulas”.
Salmo responsorial 49, 1-2. 5-6. 14-15
R/. ¡Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza!
El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso. El Señor resplandece desde Sión, que es el dechado de toda hermosura.
“Reúnanme a mis amigos, a los que sellaron mi Alianza con un sacrificio”. ¡Que el cielo proclame su justicia, porque el Señor es el único Juez!
Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza y cumple tus votos al Altísimo; invócame en los momentos de peligro: Yo te libraré, y tú me glorificarás.
Aclamación al Evangelio Sant 1, 21bc
Aleluya.
Reciban con docilidad la Palabra sembrada en ustedes, que es capaz de salvarlos. Aleluya.
EVANGELIO
Dejen que crezcan juntos hasta la siega.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 24-30
Jesús propuso a la gente esta parábola:
El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: “Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?”.
Él les respondió: “Esto lo ha hecho algún enemigo”.
Los peones replicaron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?” “No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero”.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor nuestro, te proclamamos admirable en la conmemoración de santa Marta, y te pedimos humildemente que aceptes esta liturgia que celebramos, como fue de tu agrado su servicio de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
PLEGARIA EUCARÍSTICA
(Ver Ordinario de la Misa)
RITO DE LA COMUNIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)
Antífona de comunión Jn 11, 27
Marta dijo a Jesús: tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que viniste a este mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la comunión del Cuerpo y Sangre de tu Hijo único, líbranos, Padre, de la seducción de las cosas transitorias, para que, a ejemplo de santa Marta, se acreciente nuestra caridad en la tierra y podamos gozar de la gloria eterna en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
RITO DE CONCLUSIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)